Lilypie Angel and Memorial tickers

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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Lo que nunca tendremos


Buenos días, mi princesa:

Han pasado siglos desde que te escribí por última vez, pero desde que está tu hermanito el tiempo fluye a su alrededor y los pocos momentos que tengo para mi estoy tan cansada que no quiero compartirlos contigo de esa manera. 

Estos dos meses han sido muy largos y muy cortos a la vez. El día que nació tu hermanito Liam, yo
Diada de petits, un globo al cielo por ti
pensaba que sentiría un volcán de emociones, pero ese miedo que me ha acompañado tantos meses me hizo tardar días en enamorarme de él y en echarte terriblemente de menos. Es difícil no pensar como hubiera sido vivir cada nuevo descubrimiento que él nos regala si te hubieras quedado con nosotros;  como sería verte sonreírnos, acunarte hasta quedarte dormida en mis brazos o cubrirte de besos de la cabeza a los pies. 

Siento que te debo muchas cosas, pues me acompañas en los momentos más duros y me permitiste sentir por primera vez ese amor tan puro sin pedir nada a cambio; nunca nada podrá igualar ese momento que pude tenerte en brazos para despedirme, pues aunque triste me sentí inundada de un amor infinito,  amor que atesoro para siempre en un trocito de mi corazón. Espero lograr que tu hermano comparta ese cariño que tus papás guardan para tí, que sienta que tu presencia está con él velando por su futuro lo mismo que velaste por su llegada. Por eso he puesto tu colgante en su cuna, para que estés siempre en sus sueños. 

Espero que en los próximos meses pueda tener más tiempo para volver a hacer esas cositas que son solo de las dos, como este diario y tu álbum. Me muero de ganas de ir con papá y Liam a visitar tu rinconcito, para sentirte todavía un poquito más cerca y compartirlo los cuatro. Y algún día iremos a ver a Norma, esa fotógrafa tan especial que entiende que aunque te hayas ido sigues siendo parte de nuestra familia.

Gracias mi niña, por existir.

Tu mamá