Perdida en la bruma

Hola, mi princesa:

Quiero agradecerte que me dejaras ser tu mamá, porque lo fui desde el momento en que decidimos tenerte y lo seguiré siendo toda la vida. Quiero darte las gracias por podercompartir contigo la ansiosa espera mientras te buscábamos, la inconmensurable alegría al ver aparecer la segunda linea en el Clear Blue, la complicidad del secreto durante las primeras semanas, los nervios antes de la primera eco, el orgullo de haberte tenido con el hombre al que quiero, los antojos de sushi, ver como crecía mi barriga semana tras semana, imaginándote dentro, cada vez más inquieta. Ojalá hubiera sabido que ese insomnio rebelde del que tanto me quejaba era sólo que querías regalarme un rato más. 

Los dos preparamos tu venida ilusionados colocando pajaritos y búhos mágicos, colchas con bicicletas y globos difuminados sobre retales, cunas con diamantes; tu padre incluso no se pudo resistir y te compró una maletita de colores para todos los viajes que pensábamos hacer contigo. Y buscamos durante meses un nombre especial para tí, porque sabíamos que serías única, nuestra pequeña Aroa, la princesita inquieta. Todos queríamos conocerte por fin y tus padres esperábamos impacientes que te decidieras a salir, deseábamos con todo el alma tenerte ya en casa, aunque nos fueras a mantener despiertos toda la noche durante meses o tuviéramos que estrenarnos en el arte de cambiar pañales. Además quiero que sepas que tu padre te quiere y te ha querido siempre. Que él también esperaba nervioso que pasaran los primeros 3 meses, que se emocionó al ver latir tu corazón, que empezó a pensar que tener una niña podía ser lo más maravilloso del mundo.  Que acariciaba nuestra barriga con cariño y orgullo, que nos preparaba la cena aunque también estuviera cansado y que nos cedía más de la mitad de la cama cada noche. 

Por eso, cuando nos dejaste, nuestro mundo se hizo añicos. Nunca nada será tan doloroso como volver a casa sin ti, desde entonces tan vacía. Pero ahora, aunque no estás, te echamos de menos cada día y continúas presente en nuestra vida, pues eras y eres nuestra hija y nada ni nadie podrá quitarnos eso, aunque nos hayan robado una vida juntos.

Te quiere, 

Tu mamá