Sentir sin palabras

El bosque de Aroa

El otoño de tu recuerdo

Hola, mi vida:

El tiempo pasa deprisa, el otoño ya casi se ha marchado recogiendo su alfombra de hojas doradas; resulta difícil pensar que ya hace 4 meses que no estás a nuestro lado. A pesar de ello nunca te siento lejos, pues tu memoria me acompaña cada día, a veces retazos de la felicidad pasada, otras veces momentos de melancolía, pero siempre tú, en mi pensamiento y sobre mi pecho.Tu papá, siempre tan reservado,  tan reacio a escribirlo como a mostrarlo, también te echa de menos, aunque muchas veces lo guarde para si. Y los dos nos consolamos en seguirte queriendo como el primer día.

Tu mamá, siempre contigo

Hoy hemos ido a verte a tu rinconcito, rodeada de flores lilas, abrazada por la  naturaleza calmada. Solos en el monte, los tres, mi maravillosa pequeña familia, que sé que algún día crecerá y de la que tú siempre serás parte. Porque con el tiempo por fin he aprendido a quererte de esta manera,  mi niña de agua, sin pedir nada más; por eso, las veces que mi corazón se deja engañar al envidiar otros niños, sólo tengo que repetirme lo especial que fuiste y que sigues siendo para todos nosotros, para saber que no te cambiaría por nada en el mundo.  Y por eso ya no me importa tanto que las hojas del calendario vuelen en el otoño de tu recuerdo; sé que aunque pasen los meses, los años e incluso las décadas, tú, nuestra pequeña Aroa, nuestra única primogénita, vives en nosotros para siempre, y que nunca te amaremos menos por no poder volver a tenerte en nuestros brazos. 

Your daddy, forever

Es curioso como la vida te da guiños si sabes dónde mirar, o quizás son algo más, señales para aquellos tan reacios a creer.  Entre las páginas de un libro, una hipótesis científica que confirma la presencia de células fetales en el cerebro de su madres, o entre las pacientes del hospital de día, compartiendo el recuerdo de los niños que perdimos, todo me lleva a tí, mi princesa, confirmando lo que ya comienzo a intuir: que desde hace ya algo más de un año y por el resto de nuestras vidas, tendremos la inmensa suerte de seguir siendo tus papás, que te quieren con locura.

Buenas noches bajo las estrellas, mi niña.

Tu mamá 

Missing you

Despidiéndonos de nuevo

Hola, mi princesa:

Esperando tu amanecer

Ya sabía que este día iba a llegar, pero eso no lo hace menos duro. 

También sé que esas  cenizas ya no son tú, pero no dejo de pensar  en que fueron tu cuerpecito y, como tal, parte de ti, lo único físico que me queda de tus recuerdos. Aún así, de la misma manera que tuve que decirte adiós a pesar de que me hubiera gustado poder quedarme contigo en los brazos para siempre, también ahora tengo dejar marchar esta parte de ti, aunque me duela. 

Aroa´s field

Durante estos meses buscamos un sitio especial, no muy lejos de nosotros, pero en el que pudieras tener unas vistas maravillosas, en el que puedas estar rodeada de una belleza tan pura como tú. Cuando estabas con nosotros, pensábamos muchas veces llevarte de excursión a la montaña cuando nacieras; por eso elegimos ese pequeño rincón, entre los árboles, floreciente de lilas, en el que verás amanecer entre montañas,  acompañada de los pajaritos que  se acercaban a curiosear mientras nos despedíamos de ti. 

Pero no temas, mi vida, nunca estarás sola; Iremos a verte y a tu lado dejamos nuestra pareja de novios, para que recuerdes que tus papás siempre están a tu lado, dónde quiera que estés. Tendrás cerca de ti incluso caballos a los que montar en tus sueños, dormirás directamente bajo las estrellas, y cada vez que las mire pensaré que lo hacemos juntas. Porque todos te queremos, tus papás, tus abuelos, tus tías, tus tías-abuelas y tantos más; cada día sigues presente en nuestra vida, no importa donde estés. Por eso has de sentirnos tan cercanos como nosotros a ti,aunque no podamos ir cada día contigo a pasear por la montaña.  

Tu mamá y papá, que te quieren siempre