Lilypie Angel and Memorial tickers

Lilypie Angel and Memorial tickers

martes, 14 de agosto de 2012

La princesita del guisante

Hola, mi cielo:

Han pasado ya muchos días y apenas te he escrito. Mi familia , también tuya, me acompaña sin descanso buscando aliviar el dolor de la pena y yo les quiero, les escucho y me distraigo, con tu memoria presente aunque adormilada, pues tengo una eternidad para añorarte. Pero en la algarabía de los quehaceres cotidianos de vez en cuando me abstraigo buscando una imagen para recordarte, mi princesita del guisante. Sé que apenas te hice regalos, mi vida, y por eso este sencillo dibujo, esa delicada niña perdida entre almohadones, supone para mi un reflejo de todo el cariño que compartimos, un detalle especial sólo para ti, un secreto entre las dos.
Por eso busco la manera de llevarlo cerca de mi corazón, un recuerdo palpable al que poder acariciar, con lo poco que me queda de ti. Porque aunque atesoro con avaricia cada una de nuestras memorias, que son tantas y a la vez tan pocas,  se qué ya no estás, mi vida, y eso no me lo devolverán los recuerdos.

  

Recuerdos que aún así son como joyas, reflejos pulidos con brillo propio; algunos compartidos, muchos sólo de las dos. Aunque fueron tantos los que nos acompañaron  y te quisieron desde el principio: eran para ti las felicitaciones y el comedido brindis de tus abuelos y tía paternos, por ti la sorpresa disfrazada de Ikea de tu abuela materna y las  ofertas de canguro de mis ilusionadas hermanas; una navidad de promesas y felicidad compartida.  Ni la prudencia de las primeras semanas ni los nervios de qué pasará en el trabajo enturbiaron nuestros primeros meses, mientras tu seguías sin querer molestar, pequeña, y yo estudiaba tus avances en el móvil, entre dibujos anatómicos y metáforas agrícolas. Y la noticia se fue extendiendo, entre esquiaras y guardias, mientras yo te palpaba con orgullo en mi barriga apenas prominente.

Ya desde entonces te quería, aunque todavía no sabía cuanto.

Tu mamá


No hay comentarios: